Crisis y contrato social. Los jóvenes en la sociedad del futuro.

infjuve    El Centro Reina Sofía  ha realizado un estudio sobre Adolescencia y Juventud con el título “Crisis y contrato social. Los jóvenes en la sociedad del futuro”.

La investigación, que utiliza una metodología mixta de encuestas a 1000  jóvenes de 18 a 24 años y 8 grupos mixtos de discusión en distintas ciudades españolas, analiza las percepciones de los y las jóvenes españoles sobre la crisis, sus expectativas y estrategias para afrontar el presente y proyectarse hacia el futuro.

En la presentación del estudio encontramos la siguiente afirmación: “La intensidad y duración de la crisis actual pone en cuestión el contrato social, el compromiso implícito entre jóvenes y sociedad para una integración social, laboral y ciudadana normalizada, y el interés de este estudio ha sido el indagar en las respuestas que encuentra la gente joven para afrontar este nuevo escenario”.

Ya en el año 1985 en la presentación del Informe juventud de España, José L. de  Zárraga se refirió al contrato social mencionado:

“Los esquemas clásicos de integración de la juventud en la sociedad adulta se han

roto bajo el peso de la crisis económica y todavía no se han creado unos nuevos…

En toda sociedad los jóvenes saben qué pautas hay que seguir para insertarse en

la sociedad adulta, aunque las critiquen o intenten cambiarlas, pero en la actualidad

este sistema está en crisis, los modelos tradicionales no funcionan, y los jóvenes no

saben qué camino seguir.”

 

Al ojear el estudio me ha parecido interesante extraer las siguientes opiniones expresadas por algunos de los jóvenes entrevistados que son reflejo de la esencia del estudio y sintetizan su percepción de la crisis:

 —Yo, realmente con 24 años esperaba no sé, tampoco un puesto fijo, pero sí haber

entrado en lo que he estudiado y haberlo intentado, no sé.

—Espero que cambie, que cambie para mejor, si vamos a ser como antes, ¿para qué

ha habido una crisis? Las crisis están para que cambie algo.

—Y ahora ya te quedas en plan: hijos no voy a tener nunca, trabajo tampoco, hasta

los 50 con mi padre, ¿sabes? O sea te vas a quedar un poco…dices: “¿Quién me

va a querer? ¿Quién me va a querer?” Si es que claro, es normal.

—Yo siento impotencia, porque no veo que vaya a cambiar. Cambian cosas, pero al

final dan dinero a los de siempre. Y al final la persona normal se jode, y no trabaja.

—…Sí, como ha salido el 15-M y no sé cuántos. Pero al fin y al cabo no estamos haciendo nada. Si nosotros no luchamos por los derechos, si nos vamos a otro país, en ese país…Yo creo que el mundo está en crisis. No sólo es aquí.

 —Alicia tiene razón, en el tema de que no tiene experiencia y claro, vas a tener treinta

años, y no te van a coger en ningún sitio, y vas a seguir sin experiencia, y eso es una

cosa que yo no lo veo bien en ese sentido, y pienso que también habrá que dar

oportunidad a la gente que quiere trabajar…

 —Te desanimas de ver…, y es que ya no te entran ganas ni de salir a buscar trabajo,

porque dices: “¿para qué?”

—Entregas el currículum y te quedas igual.

—¡ Si a mí me salen dos folios ! De nada.

—Y te quedas pensando: si en cuanto doble la esquina lo van a romper.

—O si no: “¡ Ay, gracias !”

—O cuando llegas a la tienda y te dicen: “Ay sí, gracias”. Y lo ponen ahí debajo de

un montón. Y tú dices: “Perfecto” ¡ soy la última de 200 personas !” Ja ja ja.

—¡ Genial !

 —Yo creo que cuando nosotros éramos jóvenes hemos vivido mucho mejor que nuestros padres cuando eran jóvenes. Has vivido bastante mejor que cuando tus padres eran jóvenes. Ahora, cuando ya eres adulto, a lo mejor sí las vas a empezar a pasar canutas.

 Creo que, aun tratándose de opiniones, las distintas frases reflejan la realidad de la generación actual de jóvenes incluso más allá de los 24 años que es el límite de edad del Trabajo.

Me permito recomendar la lectura y análisis del estudio donde encontramos cuestiones relacionadas con: la percepción actual de la crisis, trayectorias laborales, el papel de las familias, el futuro…..

Los que formamos parte del proceso formativo de esta generación sabemos que los datos que ofrece la investigación se corresponden con bastante fidelidad a su realidad laboral precaria que amenaza su trayectoria vital futura y que empeora con cada nueva reforma laboral.